Tengo 3 cosas que no quiero hacer, pero tengo que hacer

Tengo que limpiar la casa, terminar el informe que quiere mi jefe y visitar a un cliente que es muy grosero.

Y de verdad que no quiero hacerlo.

Y como llevo retrasando esto más de lo debido, llegué a un punto donde ya no puedo retrasarlo más, porque ahora sufro más por el tiempo que pierdo pensando y sufriendo por ese pensamiento de no haberlo hecho, que el tiempo que perdería si me pongo a hacerlo. 

¿Me expliqué? Espero que si

La cosa se pone peor cuando ya hay presión por todos lados, mi cuarto huele a pedo, mi jefe esta furioso porque no le he mandado ese informe y el cliente grosero, ahora esta más grosero que nunca porque ahora si es mi culpa la falta de atención.

Yaaaa!!! Basta!!!

Debo de dejar de lamentarme y dar lo mejor de mi, pero no se como hacerlo.

Así que se me ocurrió una idea.

Y si finjo ser alguien que nos soy, que tal si soy una persona que siempre logra lo que quiere que siempre hace lo que tiene que hacer, que no lo evita, sino que lo busca, que lo hace con emoción, porque le entusiasma hacerlo, no es algo que evite, sino que es algo que lo encuentra como terapía, como descanso. Fingir ser ese personaje.

Y si cada actividad no fuera un problema que tengo que hacer, sino una actividad que amo hacer, y si cambio mi perspectiva de ese evento para algo que amo hacer, no algo que me abrume hacer.

¿Me expliqué? Espero que si

Rompi mi ser para finger ser este personaje que me formé

¿Será por eso que la gente luego piensa que estoy loca?

Bueno no importa, lo que importa es que la locura me lleve más adelante, que la locura sea mi aliada para lograr más de lo que he logrado, entonces estoy contenta. 

Le puse un vestido elegante, una cara sonriente y una actitud formidable, ahora solo tengo que ponerme ese personaje y creer que soy yo.

O tal vez ni siquiera haga falta creer que soy yo, solo es adoptar el personaje como si fuera una actriz. 

Ay Dios, las cosas que tengo que pensar para poder vivir, carajo!

Entonces, lo hice. 

Y si resultó, porque estaba como en trance. Todas las actividades surgieron y vieron nacer a una nueva yo, siempre atente y coherente, siempre sonriente, solo dejandose fluir por las actividades, no peleándome contra ellas, solo haciendo y no deshaciendo, solo viviendo y no inviviendo.

¿Me expliqué? Espero que si.

Y entonces cuando menos lo pensé ya había terminado esas actividades que tanto me pesaban, y todo lo concluí en menos de una hora, ¿puedes creerlo?, no sé como paso, pero así paso,

Y si, hablo de haber terminado y enviado el informe, hablo de haber visitado al cliente y decirlo lo que tenía decirle de forma certera y cortando la conversación educadamente y que se sintiera feliz, hablo de limpiar y todo quedar impecable.

Esa era yo. La nueva yo tomando el control de mi vida.

Y me siento mejor así.

Solo espero que no lo haya imaginado todo.